Algunos extractos del libro (todos de boca del Maquiavelo imaginario):
"El secreto principal del gobierno consiste en debilitar el espíritu público, hasta el punto de desinteresarlo por completo de las ideas y los principios con los que hoy se hacen las revoluciones. En todos los tiempos, los pueblos al igual que los hombres se han contentado con palabras. Casi invariablemente les vasta con las apariencias; no piden más. Es posible entonces crear instituciones ficticias que responden a un lenguaje y a ideas igualmente ficticios; es imprescindible tener el talento necesario para arrebatar a los partidos esa fraseología liberal con que se arman para combatir al gobierno. Es preciso saturar de ella a los pueblos hasta el cansacio, hasta el hartazgo. Se suele hablar hoy en día del poder de la opinión; yo os demostraré que, cuando se conocen los resortes ocultos del poder, resulta fácil hacerle expresar lo que uno desea. "
"En nuestros tiempos se trata no tanto de violentar a los hombres como de desarmarlos, menos de combatir sus pasiones políticas que de borrarlas, menos de combatir sus instintos que de burlarlos, no simplemente de proscribir sus ideas sino de trastocarlas, apropiándose de ellas."
"Buscaré mi apoyo en el pueblo; este es el a b c de todo usurpador."
"En los países parlamentarios, los gobiernos sucumben casi siempre por obra de la prensa; pues bien, visulmbro la posibilidad de neutralizar a la prensa por medio de la prensa misma. Puesto que el periodismo es una fuerza tan poderosa, ¿sabéis que hará mi gobierno? Se hará periodista, será la encarnación del periodismo."
En enero de 1977 Gabriel Zaid hizo desde México una lectura interesante de esa obra. El ensayo se tituló "El 18 Brumario de Luis Echeverría", uno de los más brillantes ensayos políticos de los últimos treinta años.
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